miércoles, 1 de marzo de 2023

La enseñanza de las matemáticas, o el traje nuevo del emperador

 La enseñanza de las matemáticas, o el traje nuevo del emperador

 

Antonio Bahamonde 

Catedrático de Inteligencia Artificial. Universidad de Oviedo 

Miembro de la Academia Asturiana de Ciencia e Ingeniería

 

domingo, 23 de mayo de 2021

Un grado universitario para el futuro

 (El Comercio, Gijón, 23 de mayo de 2021)

Un grado universitario para el futuro

Forma parte de la profesión más sexy del mundo 


Susana Irene Díaz Rodriguez, Jesús Suárez Pérez del Río, Susana Montes Rodriguez, Antonio Bahamonde 

Directores de los Departamentos de Informática, Matemáticas, Estadística y del Centro de Inteligencia Artificial



La Universidad asturiana anuncia para septiembre de 2021 la puesta en marcha de un nuevo grado (en la EPI, en Gijón) con un título llamativo y con cierto misterio que vamos a intentar desvelar. Se trata del  grado en Ciencia e Ingeniería de Datos. 

La economía de los datos en la Unión Europea

Vivimos en un mundo cada vez más digital, lo que hace que se generen ingentes cantidades de datos. Todos los organismos públicos tratan de potenciar el uso de los datos. Por ejemplo, la Comisión Europea publicó en febrero de 2020 una estrategia europea sobre este tema que considera el pilar central de la digitalización. 

Los datos han sido considerados el petróleo de nuestros días y su uso es el motor fundamental  de la innovación. Pero, además de su potencial económico, la explotación de los datos está permitiendo que se afronten retos sociales. Este es el caso de la mejora de los cuidados en salud, la creación de sistemas de transporte más seguros y limpios, la reducción del coste de los servicios públicos o la eficiencia energética. En definitiva, la adecuada gestión de los datos es, a juicio de la UE, una de las claves de la sostenibilidad. 

El análisis de grandes volúmenes de datos (lo que habitualmente se llama Big Data) resulta hoy en día perfectamente abordable, debido al aumento espectacular de las capacidades de almacenamiento de los equipos informáticos. Gracias a esto, los científicos pueden desarrollar, por ejemplo, mejores herramientas de diagnóstico médico y contribuir a una medicina más personalizada, o construir modelos más precisos para predecir el cambio climático y otros fenómenos de la naturaleza.

Desde el punto de vista meramente económico, la adquisición, almacenamiento y tratamiento de grandes cantidades de datos brinda una oportunidad de crecimiento,  tanto para las grandes empresas como para las PYMES. 

Las cifras que maneja la UE son impresionantes. El valor de la economía de los datos en los 27 países de la Unión rondó los 325 mil millones de euros en 2019 (un 2.6% del PIB); la previsión para 2025 es de 550 mil millones lo que ascendería al 4% del PIB de la Unión.

Oportunidades de empleo

Para tratar de potenciar el sector de los datos, la UE ha destinado un importantísimo presupuesto que busca el desarrollo de infraestructuras propias que puedan ser competitivas frente a las que poseen potencias como EEUU o China. Las piezas claves de esta búsqueda de la soberanía tecnológica son la compartición de datos, la incentivación de las aplicaciones sociales (ecología, envejecimiento son las principales) y la regulación con garantías jurídicas de este mercado.

Pero no hay que olvidar que lo más importante de las infraestructuras son las personas que las manejan. La UE insiste en la obligación de atraer y conservar el talento. Por eso, el grado que está a punto de comenzar a implantarse es tan importante. Asturias debe contar con estos profesionales para no perder el tren del presente y buscar un futuro propio con el talento que surja de las aulas de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón.

Las salidas profesionales de este grado son muchas. Incluyen sectores como comercio y banca electrónica, biomedicina, agricultura, ganadería, medio ambiente, turismo, los cuidados a personas mayores, la automoción (con los nuevos vehículos autónomos), servicios lingüísticos avanzados o los departamentos de I+D (también en el campo universitario, por supuesto). 

Colofón

La ciencia e ingeniería de datos está presente en nuestro día a día: en los móviles, en las consolas, en los viajes, los estudios, las compras, en nuestras vidas en definitiva y su influencia será cada vez mayor en los próximos años. Y en todos los campos en que se trabaje con datos, harán falta personas con este nuevo grado. Por algo la Harvard Business Review ha descrito a esta profesión como la más sexy del siglo XXI.

Este nuevo grado no es Matemáticas ni es Informática. Se basa en ambas ciencias, pero incluye una necesaria especialización. Por eso la Universidad y el Principado de Asturias han decidido implantarlo: porque hace falta, porque es útil, porque es un paso necesario para una digitalización sólida.

Para ponerlo en marcha contamos en nuestros departamentos con profesorado capaz de hacer que este sea un grado que responda a las expectativas que todos tenemos puestas en él. Contamos con grupos de excelencia a nivel nacional e internacional en estas materias. Llevan muchos años trabajando en estos temas y ahora podrán volcar en los nuevos estudios su conocimiento de investigación, junto con una solvente experiencia docente, además de una dosis de ilusión.


jueves, 20 de agosto de 2020

La informática enseña a pensar digitalmente



 (publicado en La Nueva España, Oviedo, 16 de agosto de 2020)


  • Antonio Bahamonde (Universidad de Oviedo, Presidente de la Sociedad Científica Informática de España, SCIE)

  • J. Ángel Velázquez Iturbide (Universidad Rey Juan Carlos, Vocal de la SCIE)

  • David López Álvarez (Universitat Politècnica de Catalunya, Vocal de la SCIE)



Todo lo que aprendemos nos enseña a pensar. Cuando queremos convencer a alguien de que debe leer, le decimos que así podrá conocer más palabras, y con ellas será capaz de comunicar nuevas ideas. Quizás solo podemos pensar lo que sabemos contar a alguien, o a nosotros mismos. Para comprender el mundo que nos rodea, hacer que sea un lugar mejor y tener un sentido crítico de la realidad, necesitamos dominar el lenguaje. 

 
La informática está llamando a nuestra puerta con un empuje difícil de ignorar, porque es el lenguaje de lo digital. Hemos de aprender informática porque nos permite conocer la lógica de los dispositivos digitales que nos rodean y por tanto comunicarnos con ellos. ¿No es más que razonable pedir una informática para todos?


¿Pero en qué consiste saber informática?

Muchas veces se oye hablar de la competencia digital; en inglés digital literacy. Consiste en el uso del software y los dispositivos digitales (ordenadores, tabletas, consolas de juegos, teléfonos móviles, etc.). La adquisición de esta competencia supone desarrollar habilidades para su manejo eficaz, eficiente, seguro y ético. 

Es muy importante que la población tenga este tipo de destrezas; no las podemos dar por adquiridas ni mucho menos. En 2017, la Unión Europea, en el índice sobre el nivel de digitalización (The Digital Economy and Society Index, DESI) dice que en España casi la mitad de la población carece de conocimientos digitales básicos; en el resto de Europa la cifra es sólo ligeramente mejor.

Sin embargo, no es suficiente con un conocimiento del uso. La informática incluye un conjunto amplio de hechos, conceptos y métodos, tanto de trabajo como de investigación. Tiene un carácter multidisciplinar ya que se encuentra en la intersección de las matemáticas, las ciencias y la ingeniería. El subcampo más importante de la informática probablemente sea la programación, pero hay que saber de otros campos, como la arquitectura de computadores, las bases de datos, las redes de computadores, etc.

En definitiva, la educación en informática debe incluir tanto su uso como una parte de su esencia como disciplina. Porque debemos formar a las personas de un mundo digital pero diferente al actual. Sin las bases del conocimiento tecnológico de las herramientas actuales no se podrán entender las bases sobre las que se construirá la informática del futuro.


¿Qué hacemos en España?

En estos momentos es posible terminar los estudios obligatorios sin haber estudiado nada de informática. Este hecho es poco conocido. Se da por supuesto que algo se estudiará y se ratifica porque vemos a los llamados nativos digitales desenvolverse con gran soltura con los móviles y las tabletas. Pero, desafortunadamente, solo es una consecuencia de lo bien que hacen su trabajo los diseñadores de aplicaciones de ocio. Las niñas y los niños no saben informática, aunque la usen con mucho entusiasmo.

Recientemente, el BOE (13 de julio de 2020) ha publicado la resolución de la Conferencia Sectorial de Educación sobre un marco de referencia de la competencia digital docente. Se trata la oficialización de un documento de 2017, que está alineado con el marco europeo DIGCOMP. La idea de esta resolución es disponer de criterios para la certificación de la competencia digital de los profesores; pero falta explicar dónde se van a utilizar esas competencias.


¿Qué deberíamos hacer?

Podríamos completar un relato con un plan que cambie las cosas en la educación. Esto supondrá redefinir todos los contenidos y metodologías, incluyendo lo mejor de todo el magnífico trabajo hecho hasta ahora en España y fuera. Y, por supuesto, incluyendo a la informática, pero como parte del núcleo central.

A veces, nos dicen que, desde el punto de vista académico, la informática es una disciplina transversal, que todas las demás la necesitan de alguna manera. Entonces, bastaría con enseñar lo demás con cierta modernidad tecnológica. No es suficiente, los idiomas vehiculares atraviesan (por su presencia) todas las disciplinas, pero no se renuncia a que haya asignaturas dedicadas a ellos, por supuesto. 

Habría que reforzar la imbricación entre las matemáticas y la informática tras una reflexión conjunta. Y por supuesto, insistir en los idiomas naturales (español, inglés, …) y artificiales como los de programación. Todo ello con el respeto y la dignidad que merecen estas disciplinas.

La informática no puede seguir siendo la hermana pobre de la cultura. A menudo escuchamos o leemos a opinadores profesionales con prestigio en campos ajenos a la informática que expresan su desconocimiento disfrazado de retórica. Todas las opiniones son bienvenidas, pero en informática ya somos lo suficientemente maduros, de verdad. Podemos manifestar nuestras propias reflexiones sobre las repercusiones (sociales, tecnológicas, éticas...) de lo que hacemos todos los días. Y queremos que la población en su conjunto tenga los conocimientos para tener una opinión sobre lo que es la informática y lo que supone para sus vidas.


martes, 16 de junio de 2020

Enseñanza semipresencial, una propuesta para organizarla en la Educación Secundaria (La Nueva España, 28 de mayo 2020)


Antonio Bahamonde (Presidente de la Sociedad Científica Informática de España, SCIE) y Luis José Rodríguez Muñiz (Presidente de la Comisión de Educación y miembro de la Junta de Gobierno de la Real Sociedad Matemática de España, RSME)
Universidad de Oviedo


En este artículo queremos contribuir a generar la confianza de que podemos solucionar algunos de los problemas educativos que se nos presentan. Es un mensaje positivo que queremos dar desde nuestra experiencia académica, ahora que tanto necesitamos buenas noticias.

Las consecuencias de la pandemia provocada por la COVID-19 se han sentido muy duramente en el ámbito educativo. La mayoría de las administraciones han optado por no avanzar en la planificación que se había hecho de los cursos. En general, hemos recurrido a soluciones de emergencia usando medios telemáticos sin una adecuada metodología. Además, se  ha puesto de manifiesto que teníamos importantes carencias que habrá que trabajar para superarlas.

Por otra parte, la educación tiene una componente socializadora que es ineludible. La falta de interacción personal entre el alumnado y el profesorado puede paliarse a través de videoconferencias, pero estas no sustituyen el entorno y las condiciones de aprendizaje de un aula. Sin embargo, parece que, ineludiblemente, avanzamos hacia un contexto educativo en el que el alumnado no estará en el aula tantas horas como estuvo hasta marzo. No sabemos aún cuántas ni cómo se distribuirán. Ojalá no fuera necesario hacer esa previsión, pero la mera posibilidad de que ocurra nos obliga a pensar y a anticipar soluciones. 

La COVID-19 no ha hecho sino acelerar (en exceso) un proceso que ya se estaba desarrollando, sin dar tiempo a realizar un análisis de datos que permita mantener un debate sereno. Este proceso es la adaptación de la parte expositiva de la educación a las características de la “era de la información” (según el término acuñado por el ministro Castells en su famoso ensayo) y las inquietudes y motivaciones de los y las adolescentes del siglo XXI. El profesorado había comenzado, de manera muy desigual, a realizar esta reflexión: cómo conseguir interesar a un alumnado sobreexpuesto a estímulos visuales y tecnológicos. La percepción mayoritaria es que los formatos y modelos de clases tradicionales distan mucho de ganarse ese interés, y que es necesario aumentar el protagonismo del alumnado, activar su implicación en el aprendizaje y proporcionarle estímulos, presenciales o no, para captar su atención. 

La enseñanza no presencial supone un cambio de metodología que va más allá de grabar las clases o enviar tareas por correo electrónico.  Si, además, añadimos que parte de las clases sean presenciales es evidente que el planteamiento debe potenciar las ventajas de cada ingrediente disponible: la máxima presencia física posible y los elementos no presenciales. Hasta ahora ya lo hacíamos, en cierto sentido: los libros y otros materiales escritos forman parte de las herramientas docentes y son no presenciales. De lo que se trata ahora es de añadir a esto las herramientas digitales. 

La experiencia educativa digital nos indica un camino. Los temas que se enseñan pueden presentarse en unos pocos vídeos cortos que, por una parte, resuman lo esencial y, por otra estimulen, el uso de los libros u otros materiales, utilizando los recursos de lenguajes como el publicitario. También es deseable acompañar estas vídeo-presentaciones de problemas, tareas o ejercicios que resolver online para retroalimentar al alumnado sobre su evolución (la evidencia empírica muestra que el aprendizaje enriquecido, que es como se denomina este formato) resulta más productivo que la mera actividad online.  Porque en este planteamiento semipresencial, las clases presenciales tendrán grupos más reducidos, lo que facilitará el diálogo directo con el alumnado. El objetivo de estas sesiones sería resolver dudas y abordar algunas tareas que se pueden proponer desde lo digital y que se adaptan mejor a este entorno, estimulando la interacción personal. 

Una ventaja de lo digital es su ubicuidad. Por ello, para realizar este plan, no es necesario que todo el profesorado elabore o seleccione contenidos digitales: pueden ser compartidos. Un grupo muy reducido de docentes de cada especialidad podría dedicarse a esta labor, mientras que el resto se volcaría en aquello en lo que ha atesorado una experiencia valiosísima y unos buenos resultados en Asturias: la relación directa con el alumnado. 

Asturias puede encabezar, de este modo, una experiencia innovadora a nivel nacional, que adapte nuestra educación a los retos inminentes, que motive y apoye al profesorado, que aproveche su experiencia y sus capacidades y que ayude a crear redes de colaboración lideradas por profesorado innovador.

Los centros de enseñanza y el resto de las administraciones públicas podrían también habilitar salas donde se podría acceder a los contenidos digitales y paliar, de esta forma, la brecha digital que no puede obviarse.

Queremos finalizar añadiendo que somos conscientes de que la propuesta que hacemos no soluciona otros problemas pendientes, derivados de la logística, de la falta de acceso a la tecnología de parte del alumnado, de la dificultad de la conciliación de las familias, etc. Pero ello no nos debe impedir pensar en cómo solucionar lo que sí está en nuestra mano. 



martes, 5 de noviembre de 2019

Ceremonia de entrega de los Premios de Investigación Sociedad Científica Informática de España y la Fundación BBVA 2019

Ceremonia de entrega de los

Premios de Investigación Sociedad Científica Informática de España y la Fundación BBVA 2019



Saludos

A las autoridades y todos los presentes 


Agradecimientos

Esta tarde vamos a escuchar muchas veces palabras de agradecimiento. De esta forma se reconoce lo bien hecho y se muestra la intención de corresponder a lo que nos han dado. El primer destinatario de nuestro agradecimiento, el de la comunidad informática, es la Fundación BBVA. Un año más, y van 3, nos apoya en estos premios y nos acoge hoy en esta ceremonia, con la impecable organización que su personal siempre nos ha brindado. Para nosotros es un honor. Muchas gracias. 


Premiados

Hoy los protagonistas son los premiados. Como sabéis tenemos dos modalidades de premios. La de los Nacionales de Informática dirigidos a premiar trayectorias consolidadas de investigadores y de empresas. 
La segunda modalidad es la de Jóvenes Investigadores y está destinada a distinguir trabajos doctorales innovadores y relevantes. Lo que se premia es la creatividad, originalidad y excelencia de estos investigadores en los primeros años de la profesión y pretende servir de estímulo para que continúen con su labor investigadora. 
Reconocer el trabajo de nuestros premiados es también un acto de agradecimiento. La sociedad nos ve a todos los demás a través de vuestro trabajo. Todos los premiados estáis engrandeciendo a la informática. En el caso de los premios nacionales por las trayectorias de excelencia. Y en el de los jóvenes investigadores porque vuestra carrera, que acaba de comenzar, es la promesa de un futuro mejor. Muchas gracias.

Reivindicaciones informáticas 

Permitidme ahora unas palabras sobre nuestra profesión, la de nuestros premiados, la de todos nosotros.  
La informática es una ingeniería reciente. Tiene muchos ancestros ilustres a los que respetamos, apreciamos y reconocemos. En este grupo están gran parte de las disciplinas del espectro STEM. Pero reclamamos el reconocimiento de la mayoría de edad; reclamamos nuestra identidad que no es otra que la construcción mediante computadores de soluciones a multitud de problemas. 
En bastantes ocasiones realizamos un trabajo multidisciplinar; como en tantas ocasiones la diversidad de conocimientos favorece los resultados. Pero dejadme que diga que es esencialmente ingeniería informática lo que se hace en el diseño y escritura de software, la construcción de interfaces, el manejo de estructuras gráficas, el diseño y explotación de arquitecturas de procesadores, Ciencia e Ingeniería de Datos o la Inteligencia Artificial.
Quizás haya llegado el momento de regular esta profesión en diálogo con los sectores implicados: los colegios de ingenieros informáticos con la comunidad científica y académica.
§§§

La verdad es que ha llegado el momento de muchas cosas. Por ejemplo de una inversión decidida y sostenible en investigación. Respaldada por un pacto de Estado y definiendo unas líneas estratégicas que deben ir acompañadas de un plan industrial. Diseñando planes con todo el rigor; como si el dinero fuera nuestro, que lo es.
§§§

Otro aspecto sobre el que queremos llamar la atención (un año más) desde la SCIE es la presencia de mujeres en la informática. Solo el 12% de los estudiantes de informática son mujeres. Es necesario insistir que este dato nos priva de una parte del talento, pero también del punto de vista femenino. La pluralidad de aportaciones es básica para que la informática sea percibida como algo de todos y que sus construcciones sean mejor recibidas.

Educación

Aprovechando la oportunidad que nos da esta ceremonia, quería compartir con todos vosotros  algunos comentarios sobre un tema del que también habló, hace un mes aproximadamente, en este mismo lugar, en la ceremonia de entrega de los premios de la RSME, su presidente, Paco Marcellán. Me refiero a la Educación.
Creo que todos compartimos que necesitamos un pacto sobre educación entre los partidos políticos para que podamos tener un sistema estable, pero también razonable y acorde con los tiempos que estamos viendo venir.
En términos muy abstractos educar consiste en enseñar a comunicarnos, enseñarnos a leer y a escribir. Leer para comprender a las personas que tienen algo que decirnos y, de esa forma, aprendemos a pensar; a entender el mundo que nos rodea con una opinión informada y crítica. Por otra parte, para escribir necesitamos organizar nuestros mensajes y así adquirir destrezas en el uso de los lenguajes.
La programación es un lenguaje formal que permite representar pensamientos abstractos (generales). Esta capacidad de comunicación la compartimos con las matemáticas y con las lenguas naturales. Deberíamos ser capaces de combinar estas disciplinas con el objetivo de educar en comunicación.
La comunidad informática ha publicado un estudio sobre la necesidad de incorporar a la informática (con unos contenidos concretos muy detallados) en la educación desde primaria. Esta propuesta está alineada con la propuesta Informatics for All de Informatics Europe. Tenemos que avanzar ya en la puesta en marcha de este tema.
La educación, por otra parte, debe cambiar profundamente en España. En su pedagogía. En los contenidos. En el foco, que debe ser la comunicación. Pero también en la creatividad, en la innovación. Para ello deberíamos apoyarnos en nuestra tradición cultural  (la científica, la humanística y la artística). De hecho, el patrimonio cognitivo europeo ha creado muchas corrientes a lo largo de la Historia que han marcado referencias universales. Esto es una buena razón para incorporar el arte en la educación. El arte es el resultado del  impulso creativo de algunas personas capaces de expresar con heterodoxia la cultura que les rodea. Las vanguardias científicas y artísticas hicieron mirar las cosas a sus contemporáneos con ojos nuevos. Necesitamos esta mirada diferente.
§§§
En el mundo educativo podríamos mirar también a nuestro entorno más próximo. Los estudios de grado en ingeniería informática necesitan una puesta al día. La organización de los estudios en grados especializados y un máster oficial generalista debería ser puesta en revisión (no solo en informática). 
Por otra parte, la Ingeniería informática está cambiando empujada por un mercado que pide nuevas especialidades. Debemos ser capaces de abordarlas con sensatez y flexibilidad. Me refiero a nuevas ramas de la informática como, entre otras, la Ciencia e Ingeniería de Datos, la Ciberseguridad o los videojuegos.
Nos quedan muchas tareas por hacer. Contad con la SCIE. Contad con los premiados. 

Final

Para terminar quiero anunciar que en el próximo mes de septiembre, en el seno del Congreso Español de Informática, CEDI 2020, en Málaga, será elegido un nuevo presidente o presidenta de la SCIE. No me presentaré a la reelección. Habré ocupado este puesto durante 4 años. Creo que ha sido un tiempo suficiente. Siempre me he sentido apoyado por la comunidad informática y me siento muy orgulloso de lo que, entre todos, hemos conseguido: un paso más en la visibilidad de la ingeniería informática. Todavía queda mucho por hacer. Y seguro que seguiremos avanzando.


Muchas gracias.

viernes, 25 de octubre de 2019

Ceremonia de Graduación en la Escuela de Ingeniería Informática de Ciudad Real UCLM

Ceremonia de Graduación en la Escuela de Ingeniería Informática de Ciudad Real UCLM

Intervención como padrino de la promoción de 2019


Saludos a las autoridades presentes y al público.

Ante todo quiero dar las gracias al director de la escuela por su invitación. Al principio pensé que Eduardo se había equivocado en el destinatario del mensaje. Para una ocasión como esta, el mensaje debe ser optimista y yo no soy la persona más optimista que conozco. Me gusta pensar que soy una persona informada, aunque sé que, en este contexto, esta palabra es un eufemismo. No obstante, acepté porque creo que merece la pena dirigirme a vosotros.

Lo primero que quiero es daros la enhorabuena por haber llegado hasta aquí. Enhorabuena a los graduados (y ¿graduadas?) y a los familiares, que sin duda habréis contribuido al éxito. 

Pero los protagonistas hoy sois los estudiantes. Mi intención en esta charla es daros algunos consejos y transmitiros algunos mensajes que espero que os resulten útiles en la etapa que ahora, tras obtener vuestros títulos, vais a comenzar.

El consejo principal que os quiero dar es una recomendación general que se podría extender a todas las personas en todas las circunstancias. Leed. Leed mucho. Leed libros. Todo tipo de libros. 

Para tratar de convenceros, estando en La Mancha parece obligado acudir al libro universal de esta tierra, al Quijote. Como sabéis, el libro está narrado por un observador omnipresente que entendemos es el autor. Sin embargo, hacia el final de la primera parte, hay un giro inesperado que resulta intrigante. Lo más sustancial es lo siguiente.

“… llegó un muchacho a vender unos cartapacios y papeles viejos  … … … y como yo [el narrador] soy aficionado a leer aunque sean los papeles rotos de las calles, llevado de esta mi natural inclinación tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía …” 

El título de aquellos papeles viejos era

“Historia de don Quijote de la Mancha, escrita por Cide Hamete Benengeli, historiador arábigo”

Luego cuenta el narrador que los mandó traducir y así surgió el libro que conocemos.

Este episodio, a mí, lo reconozco, fue el que más me llamó la atención de la obra de Cervantes (¿o fue de Cide …?). Es un elemento de recursividad. Un libro dentro del libro. Esto se lleva más allá en la segunda parte del Quijote donde ¡muchos personajes dicen haber leído la primera!

Una moraleja del pasaje es que leer compensa. El narrador pasó a la inmortalidad como autor de novelas.

Por supuesto, la recomendación de leer la extiendo a que no perdáis la capacidad de compaginar el desarrollo de vuestra profesión, con el deleite del patrimonio natural, cultural y arquitectónico donde quiera que estéis.

§§§

Además de este consejo general, hay un grupo de mensajes que os quiero enviar hoy. Tratan de mis inquietudes sobre nuestra profesión. Quiero que los veáis como retos y pediros que ayudéis a hacer que el mundo sea un lugar mejor; por lo menos nuestro mundo.

Los que nos dedicamos a la educación solemos decir que hace unos años todo era mejor. Lo hacemos porque nos vamos olvidando de cómo eran las cosas hace tiempo, nos vamos volviendo más intolerantes y quizás (¿solo quizás?) porque tengamos un poco de razón. No voy a ahondar en este tema que daría lugar a una larguísima disquisición sobre el relevo de generaciones y la psicología del docente.

En lo que me parece que hay un amplio consenso es en la necesidad de cambiar la educación. Los métodos de enseñanza, ¿son los más eficaces? En la informática, en lo que se refiere a los contenidos, ¿estamos diferenciando con claridad los niveles de FP, Grado, Máster y doctorado?¿Estamos enseñando lo que se necesita para seguir aprendiendo con una base sólida?

La universidad en la que estamos y en la que algunos de vosotros quizás trabajéis, tiene que cambiar. Además de ahondar en la trasparencia de sus procedimientos, debería mejorar para ser más eficaz. Se necesita una modificación en las normas de gobernanza orientándolas a la consecución de objetivos que no pueden ser otros que la búsqueda de la excelencia académica.

En otro orden de cosas más generales. Vivimos tiempos en los que la informática está entre las preocupaciones sociales públicas y las publicadas. Se difunden opiniones con una falta de conocimiento que no admitiríamos en otros campos. Por esta razón, como escribió Antonio Machado, deberíamos pararnos a “distinguir las voces de los ecos”.

Se habla, con cierto escándalo, de los logros de determinados algoritmos con las redes sociales. Hay una sacralización, a veces divina y otras demoníaca, basada en la incomprensión. Hechos imposibles se dan como ciertos; al mismo tiempo, pasan desapercibidas realidades muy relevantes en nuestras vidas.

Junto a la globalización, una ola de automatismo se extiende por todos los campos económicos y sociales. Esto producirá un cambio en el modelo productivo en todos los sectores que tendrá consecuencias en el empleo. Según los análisis más fiables, en nuestro país podría desaparecer en pocos años un importantísimo número de puestos de trabajo. Y el resto se transformarán al incorporar los avances informáticos. También se crearán nuevos empleos donde el crecimiento económico permita esta evolución. Si no estamos preparados para estos cambios podríamos vernos abocados a una situación social bastante negativa.

En este contexto, la Comunidad Informática reclama firmes intervenciones en enseñanza e investigación. Insisto en que ¡os pido que echéis una mano!

Pedimos una informática para todos desde Primaria. Para que toda la población tenga una formación que permita afrontar los retos que se nos presentan, que despeje los miedos y que fomente el espíritu crítico sobre una tecnología que va a cambiar nuestras vidas de una manera tan profunda. 

La segunda reclamación es una apuesta decidida por la investigación. Resulta obligado pedir más y mejores inversiones. En el mercado global esto supone contar con unos objetivos centrados en planes estratégicos que incluyan un desarrollo empresarial en sectores en los que tenemos una ventaja competitiva. 

Para generar impacto no se trata de acumular personas en programas mal diseñados. Se gasta una cantidad ingente de dinero público (y también privado) solo porque el resto lo está haciendo o por marketing. Como argumento adicional se dice, superficialmente, que “hay mucho talento en las universidades”, lo cual es cierto afortunadamente, pero si no lo gestionamos, es como si no lo tuviéramos.

Lo que creo que se necesita es hacer un seguimiento de las inversiones y conectar el dinero. Juntar talento tecnológico, talento de gestión y de inversión teniendo en cuenta el entorno social. 

Vosotros, nuestros graduados, sois una muestra de que existen excelentes cimientos para avanzar en esta línea. Pero requiere un esfuerzo de organización y de mensaje capaz de ilusionar. Ojalá que encontremos la manera de mejorar.

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La lista de retos es más larga. Una ventaja que tenemos desde la informática es que nos pone entre las manos una herramienta muy poderosa. Tenemos que usarla con respeto y procurando que mejore nuestro entorno. No me refiero solamente al medio ambiente, que también, por supuesto. La tecnología debe servir para eliminar las desigualdades en la sociedad. 

La brecha entre el número de mujeres y hombres que cursan Ingeniería Informática es una de ellas. Según las últimas cifras oficiales el desequilibrio es enorme. El número total de matriculados en Grados de Informática en España en el curso 2017-2018 era 36.174, de los que solamente 4.419 son mujeres, un 12,21%. 

Necesitamos más talento femenino. Tenemos que sumarnos a la comunidad informática que está empeñada en potenciar el papel de las mujeres en nuestro ámbito. ¡Por favor!

§§§

Antes de terminar quiero hablaros del orgullo de la profesión de informático. Yo soy matemático de formación. No obstante, desde que acabé mis estudios, hace ya mucho tiempo, me dedico a la informática. Mi especialidad es la Inteligencia Artificial y, dentro de ella al Aprendizaje Automático; lo que hoy se llama ciencia e ingeniería de datos. 

Estamos de moda. Todo el mundo habla de datos. Aparecen por todas partes y adquieren protagonismo, porque son útiles, porque resulta que la digitalización consiste precisamente en sacarles partido: cambiar el modelo de negocio a partir del procesamiento de los datos de una organización.

Con una frecuencia llamativa leemos en la prensa lo útiles que son las matemáticas hoy en día debido al auge económico de la Inteligencia Artificial, el “Big Data”, los algoritmos, y una lista de sinónimos (no siempre usados correctamente). Hay que decir claramente, que los graduados en matemáticas no saben Inteligencia Artificial en sentido amplio: ¡no la estudian!

Las matemáticas en general y la estadística en particular, fundamentan la ciencia de datos. Tienen técnicas centenarias, pero la explosión en su efectividad se produce cuando la informática facilita construir aplicaciones que permiten automatizar actividades y mejorar drásticamente la toma de decisiones.

Los profesionales que necesitamos para hacer ciencia e ingeniería de datos son ingenieros informáticos con una especialización. Ingenieros e ingenieras capaces de avanzar en la búsqueda de regularidades en cantidades ingentes (o no) de registros de actividades o de fenómenos. Solo la computación puede indagar racionalmente en un campo de exploración que, junto con los números, incluye imágenes, sonidos, textos o rastros digitales de usuarios.

Tenemos que encontrar un punto de equilibrio y una buena dosis de sensatez para regular las profesiones. Para esto necesitamos, entre otras cosas, que sintáis el orgullo de esta profesión. ¡Que es vuestra!

§§§

Voy a ir terminando ya. Antes del final debo reconoceros que encontré “en internet” un fragmento de discurso que en 1321 un monje leyó ante los discípulos en el monasterio de … (aparece borrado en el original). Pensé que podría adaptarlo para hoy y es lo que os estoy contando.

Para acabar esta charla me gustaría repasar con vosotros algunas instrucciones de los lenguajes de programación, pero dándoles una interpretación diferente a la del Python o el Java.

IF
Es un hermoso poema de Rudyard Kipling. Dejadme que os lea unos pocos versos.

“Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti, 
Pero también dejas lugar a sus dudas,
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, 
y lo que es más, serás un [ingeniero]…”


While 

El significado que quiero darle es “sigue intentándolo”. Para insistir en este tema voy a utilizar, de nuevo, las palabras de otro gran poeta, en este caso el americano, Walt Whitman que parecen escritos para ser leídos hoy. Dicen así: 
    
“No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario 
No dejes de creer que las palabras y las poesías 
Sí pueden cambiar el mundo”. 


End

Con esto, obviamente, ya acabo. 

Estoy convencido de que tenemos hijos para no morirnos del todo. 
Ellos llevarán nuestros genes más allá de nuestras vidas. 
Vosotros sois, académicamente hablando, nuestros hijos. 
Sed valientes. Haced que esta profesión sea más grande. 
Hacedlo, también, por nosotros.



Muchas gracias.

Las musas ya inspiran a los algoritmos (El Cultural)

Articulo en El Cultural

Las musas ya inspiran a los algoritmos
https://elcultural.com/las-musas-ya-inspiran-a-los-algoritmos

Autores
Karin Ohlenschläger es directora de actividades de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón.

Antonio Bahamonde, catedrático de Inteligencia Artificial de la Universidad de Oviedo, es presidente de la Sociedad Científica Informática de España